¿Cómo utilizar el jengibre en polvo?
La primera cosa que conviene saber sobre el jengibre en polvo es que este es mucho más concentrado que la raíz –¡esto no se debe olvidar a la hora de utilizarlo!–. Se recomienda utilizar una cantidad menor que con la raíz de jengibre, ya que su olor y su gusto son mucho más fuertes y puede ser más difícil a la hora de digerirlo.
Usos del jengibre en polvo
El jengibre en polvo puede utilizarse como alternativa de ciertos medicamentos. Sin embargo, como su gusto es muy fuerte, no se recomienda consumirlo directamente en polvo. Lo ideal es introducir el jengibre en polvo en cápsulas para crear una especie de comprimido. Esto permite tragar la cápsula sin percibir el gusto tan pronunciado del jengibre en polvo. Además, su uso es muy simple: es como si se tomara un medicamento.
Si no sabes cómo utilizar el jengibre en polvo, conviene saber que normalmente es con este con el que se prepara el té de jengibre. Es el jengibre el que le da a esta bebida ese toque picante tan característico. Para preparar el té, se lleva a ebullición al menos dos tazas de agua, se añaden dos cucharadas soperas de jengibre en polvo, se mezcla y se deja reposar hasta que el agua esté templada. Generalmente, el jengibre en polvo flota en la superficie. Por lo tanto se recomienda filtrar la infusión cuando se sirva en la taza. Para un gusto más agradable, se añaden algunas gotas de limón verde y de azúcar al té de jengibre.
Otra manera de utilizar el jengibre en polvo es para condimentar los platos. El jengibre es conocido por ser un condimento ideal para sopas, purés, carnes, pescados, salsas… En función de la cantidad utilizada, el jengibre aporta un toque picante, dulce o amargo a los platos.
Como el jengibre en polvo es mucho más concentrado que la raíz, es necesario utilizarlo con prudencia. La mejor forma de utilizar el jengibre en polvo en la cocina es comenzar por añadir media cucharada para condimentar las carnes y probarla hasta obtener el sabor deseado. Conviene saber que cuando el jengibre cuece, pierde un poco de gusto, pero nunca su aroma.
El jengibre en polvo es excelente para el tratamiento de la tos. La mejor manera de utilizarlo contra la tos es hacer un té de jengibre en polvo, y añadir a la preparación dos cucharadas soperas de miel y el zumo de medio limón verde. Con esta preparación se obtiene una deliciosa infusión, pero también un potente remedio casero para curar la tos.
Para acabar con los escalofríos y tratar los síntomas del resfriado, se puede utilizar el jengibre en polvo para hacer una infusión que descongestione y caliente el organismo. Preparar el té de jengibre en polvo y añadir el zumo de media naranja. La vitamina C de este fruto y las propiedades medicinales de esta planta ayudarán al organismo a defenderse y a combatir el resfriado.
Finalmente, cuando se utiliza el jengibre en polvo, conviene saber que con el tiempo, pierde sus propiedades, su aroma y su sabor. Por eso no conviene conservar el jengibre en polvo más de un año.
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